27 de Noviembre 2004

¿Comedia? ¿Drama?

A veces, hechos concretos que nos suceden nos parecen realmente especiales, pero más aún si lo vemos en una película... Y a la vez ese hecho es la base de otra película... Me encantan esas cosas de la vida.

Andamos por Granada, entramos a una librería y me regalas "Ejercicios de estilo" de Raymond Queneau; esa misma tarde Alvy Singer le compra a Annie Hall dos libros sobre la muerte.

Leemos entre risas ejercicios de estilo como estos:

Sueño
"Me parecía que todo era brumoso y anacarado en torno mío, con múltiples e indistintas presencias, entre las cuales, sin embargo, sólo se dibujaba con bastante nitidez, la figura de un joven cuyo cuello demasiado largo parecía anunciar ya por sí solo el carácter a la vez cobarde y protestó del personaje. La cinta de su sombrero había sido reemplazada por un cordón trenzado. Reñía luego con un individuo al que yo no veía; después, como presa del miedo, se metía en la oscuridad de un pasillo.
Otra parte del sueño me lo muestra caminando a pleno sol delante de la estación de Saint-Lazare. Está con un compañero que le dice: "Deberías hacerte añadir un botón en el abrigo.
En eso, me desperté."

Gustativo
"Aquel autobús tenía un sabor especial. Curioso, pero indiscutible. No todos los autobuses saben igual. Como suele decirse, pero así es. Basta con probarlo. Aquel -un S- para ser sincero, tenía un ligero sabor a cacao tostado, y no digo más. La plataforma tenía su aroma especial, a cacahuete no sólo tostado, sino, además, pisotado. A un metro setenta del suelo, una golosa, aunque allí no había ninguna, hubiese podido lamer una cosa un poco agria que era un cuello de hombre treintañero. Y veinte centímetros aún más arriba, se ofrecía un paladar refinado la exótica degustación de un galón trenzado con un ligero sabor a chocolate. A continuación degustamos el chiclé de la pelea, las castañas del cabreo, las uvas de la ira y los racimos de la amargura.
Dos horas más tarde se nos ofrecieron los postres: un botón de abrigo... una auténtica guinda..."

Vemos Melinda y Melinda: en la que se cuenta una misma historia siendo un drama, o como por el contrario, resulta una comedia muy agradable.

Es divertido poder vivir la vida así, destacando las cosas más bellas de la vida. Simplemente siendo felices e intentando hacerles la vida más agradable al resto de las personas que queremos.

Natalie Cole - Smile

Escrito por Angela- a las 27 de Noviembre 2004 a las 04:32 AM
Comentarios

Libro (y película, supongo) derogativos de la Ley de prueba y error: a veces todas las pruebas salen bien.

Escrito por Germán a las 27 de Noviembre 2004 a las 04:52 AM

Nunca entendí bien ese libro de ejercicios de estilo. O eso, o que me pilló en una época de negación absoluta a todo lo que tuviera que ver con cierta persona. Supongo que no tengo sensibilidad estilística.

Escrito por Rear Window a las 30 de Noviembre 2004 a las 12:06 AM
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